Ansiedad y Ataques de Pánico: Mi Experiencia
Desde que era una niña, recuerdo claramente la sensación que me daba cuando en el súpermercado mi mamá me dejaba sola antes de pagar para buscar algo que se le quedó. El simple pensamiento de que me tocara a mi en la fila y que mi mamá no estuviera allí para pagar me hacía sentir mal físicamente. Me daba mucha vergüenza pensar en qué le diría a la cajera, o si las personas que estaban en fila detrás de mi se molestarían conmigo por no poder pagar... y un millón de otros pensamientos cruzarían mi cerebro en esos tres minutos de angustia en los que mi mamá tardaría en llegar. Dato curioso: Nunca me pasó que mi mamá no llegara antes de que me tocara ser la primera en la fila.
Creo que jamás en mi vida me consideré como alguien ansiosa, sino hasta mi adultez. Incluso, jamás pensé que yo sufría de ansiedad, hasta el día en el que me tocó sufrir un Ataque de Pánico durante una exposición en la universidad.
Honestamete, siempre he sido buena estudiante. A pesar de que soy reservada, siempre he sido buena hablando en público y en exposiciones, porque usualmente me es fácil entender los temas y desarrollarlos desde mi propia perspectiva, lo que hace de mis discursos algo "natural" y fácil de comprender. Pero un día, a una de las profesoras que menos veía en mi curso, y de una de las materias más importantes de mi carrera, se le ocurrió hacer un tipo diferente de exposición, que supuestamente iba a ser más dinámico y más cómodo para los estudiantes: La PechaKucha.
Resulta que mi profesora había asistido a un foro en el que hicieron éste tipo de exposición y le pareció una buena idea para aplicar en clases. Según lo que recuerdo, la Pechakucha es un estilo de exposición japonés en el que las láminas casi no tienen texto, el discurso es corto y tus láminas están cronómetradas para que no pases un tiempo determinado. Se supone que si no nos cronometrábamos bien, perderíamos la nota. Las exposiciones eran sobre una película que teníamos que ver (porque la materia era Cine) y exponer varias cosas de la película. Yo elegí la primera película de Juana de Arco. Muda. Blanco y Negro. Duraba más de dos horas y era un género de cine que jamás había visto. La película me gustó en realidad. Es una genialidad poder ver cosas tan antigüas y compararlas con lo que se hace hoy en el cine. Pero, a pesar de que sabía de la película, no entendía cómo hacer la pechakucha bien. Estaba estresada.
Llegó el día de la presentación y yo estaba demasiado nerviosa. Sentía que no me había preparado bien. Usualmente puedo lidiar con eso porque soy buena improvisando, pero este día era diferente. Fue mi turno y me paré a exponer frente a mis compañeros. Pasaron como tres láminas y empecé a sentir que estaba perdiendo el control de la exposición. Las palabras se empezaron a desvanecer y mi cuerpo empezó a tener reacciones extrañas que jamás había tenido en situaciones similares... Me tuve que sentar porque claramente había algo mal. Mis compañeros pensaron que estaba exagerando porque estaba a punto de llorar, pero la realidad es que todo adentro de mi se sentía rarísimo.
Estaba hiperventilando, me sentía mareada, quería vomitar. Mi estómago se sentía como un nudo, me sentía sofocada, no podía respirar, las manos me hormigueaban y mi corazón latía muy rápido. Lo peor de todo es que después de 20 minutos terminó la clase y todas esas sensaciones todavía estaban allí. Por más que le daba instrucciones a mi cuerpo de que se calmara, era como si mi cuerpo no respondiera a lo que yo le pedía. Eso me dio miedo. Era la primera vez que mi cuerpo no reaccionaba a mis ordenes y yo no sabía que pasaba. A lo largo del día se fueron desvaneciendo las sensaciones y cuando llegué a mi casa busqué los síntoma que tuve y me di cuenta de que sufrí un Ataque de Pánico, yo diría que uno "relativamente" leve. Tenía años escuchando sobre otras personas en YouTube que sufrían de ataques de pánico, pero jamás pensé ni remotamente que yo iba a sufrir uno. No fue grave, pero honestamente fue aterrador.
Esos días me analicé y me di cuenta que en realidad soy alguien extremadamente ansiosa y que tenía que aprender a controlar mi ansiedad. Jamás he tenido un Ataque de Pánico de nuevo, pero la ansiedad se ha convertido en algo presente en mi vida, especialmente en los momentos en los que mi autoestima está más baja y me siento deprimida.
Sin la influencia de Youtubers y Bloggers que decidieron hablar de sus experiencias con ansiedad y con éstos ataques, yo jamás habría descubierto ésta parte sobre mi de la que jamás había escuchado a nadie en mi vida real hablar. En el momento en el que los "influencers" comenzaron a hablar sobre problemas de salud mental, fue una oportunidad que nos dieron para aprender más sobre nosotros mismos y sobre otros.
Sabiendo lo que se siente tener un ataque de pánico, no podría ignorar jamás a alguien que lo está sufriendo o que habla sobre ello, y eso que el mío fue relativamente fácil de manejar. Hay personas que durante los ataques de pánico sienten que se mueren y no es fácil pedir ayuda estando en ése estado. Prácticamente es imposible. La gente usualmente subestima la salud mental y es por ésto que más personas hemos decidido compartir nuestras historias.
Escuchamos más ahora la palabra "ansiedad" que antes, porque habemos tantas, tantas personas que la sufrimos, que de alguna manera hay que hacerlo visible para los que no lo sufren para que puedan entender que pasa.
Me da ansiedad cosas tan básicas como pagar en el supermercado. Sacar o depósitar dinero en el banco me da ansiedad, me da miedo que me pidan algo que no tengo y volver a hacer la fila. Me da ansiedad tardarme mucho en el cajero automático y que las personas de atrás se molesten conmigo. Me da ansiedad comprar por internet y que lo que me llegue no me sirva o se pierda en el correo o no era lo que pedí. Me da ansiedad preguntar por indicaciones. Hacer citas con doctores me causa un nivel de ansiedad increíble. IR a las citas me hace querer esconderme debajo de las sábanas todo el día. Literal puedo hacer una lista de las cosas más estúpidas que honestamente me dan miedo enfrentar. Son cosas estúpidas, pero mi ansiedad hace que literal me cause miedo hacer cosas cotidianas. Prefiero evadir POR DÍAS ir al banco y no voy hasta que sea absolutamente necesario y ni hablar de las citas con los doctores.
Ésta es una parte de mi que muy pocas veces he compartido con personas de mi vida real, porque se habla tan poco de ésto, que me da miedo que me subestimen y me digan que lo que siento no es cierto, aunque yo sea yo la que lo vive y la que tiene el problema. Es por ésto que decidí compartirlo en el blog con ustedes. Porque es difícil pero si con mi experiencia puedo ayudar a alguien a que sienta que no está solo, entonces vale la pena abrirme con el mundo. He visto de cerca problemas mentales adicionales a la ansiedad como la bipolaridad, desórdenes de personalidad, depresión, problemas de ira, esquizofrenia y siento que hay muy pocas personas hablando de éstos problemas que son más comunes de lo que las personas piensan que son.
Todos los días trabajo mano a mano con mi ansiedad, trato de hacer cosas que me dan miedo de la manera más tranquila posible. Hago trabajos de respiración, repito mantras, hago todo lo que está a mi alcance para que acciones cotidianas se vuelvan más manejables para mi.
La salud mental es importante. Y es más importante aún que como personas le demos la importancia que tiene, que continuemos hablando y creando conversaciones sobre esto. Porque hay que cambiar al mundo y no podemos hacerlo si todos nos mantenemos callados.
Sólo quería compartir mi experiencia. Siéntete libre de compartir tu experiencia en los comentarios, que en este blog no juzgamos a nadie <3 font="">3>
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